CBD y sus efectos beneficiosos sobre el hígado

En la búsqueda de productos naturales para mejorar nuestra salud, muchos se interesan por los beneficios del cannabidiol (CBD). El CBD es un compuesto que se encuentra en el cannabis y que está despertando un interés cada vez mayor entre investigadores y consumidores. A diferencia de su primo el THC, no provoca efectos psicoactivos ni “subidón”. Se han realizado muchos estudios sobre las posibles propiedades terapéuticas del CBD, incluso en áreas como la ansiedad, el dolor crónico e incluso la epilepsia. Pero ¿qué pasa con sus efectos sobre el hígado? ¿El CBD es bueno para esta importante glándula de nuestro cuerpo? Este artículo explora las investigaciones existentes y el potencial del CBD para nuestro hígado.

Comprender el papel del hígado en nuestro cuerpo.

El hígado realiza multitud de funciones esenciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Entre estos encontramos:

  • la producción de bilis, necesaria para la digestión de las grasas,
  • la regulación del metabolismo de los carbohidratos, lípidos y proteínas,
  • el almacenamiento de ciertas vitaminas y minerales,
  • la eliminación de toxinas y desechos del proceso digestivo,
  • la síntesis de factores de coagulación sanguínea.

Por tanto, es fundamental proteger la salud de nuestro hígado para garantizar el funcionamiento óptimo de todo el organismo. Muchos factores pueden afectar la salud del hígado, como la mala alimentación, el consumo de alcohol y ciertos medicamentos.

CBD y protección del hígado: ¿qué dicen los estudios?

Algunas investigaciones han examinado los efectos del CBD en el hígado, con resultados alentadores.

Efectos antiinflamatorios

Una de las principales causas de enfermedad hepática es la inflamación crónica del hígado. El CBD tiene reconocidas propiedades antiinflamatorias que podrían ayudar a reducir esta inflamación y así prevenir ciertas afecciones hepáticas. Varios estudios han demostrado que el CBD puede reducir la producción de citocinas inflamatorias en el hígado y prevenir la progresión de la fibrosis hepática, un fenómeno relacionado con muchas enfermedades hepáticas crónicas.

Protección contra lesiones inducidas por el alcohol

El consumo excesivo de alcohol puede provocar daño hepático, lo que incluye inflamación y estrés oxidativo. Las propiedades antioxidantes del CBD podrían ayudar a fortalecer las defensas naturales del hígado contra este daño. Un estudio en ratas encontró que el CBD podría aliviar el daño hepático inducido por el alcohol.

Efectos sobre el hígado graso

La enfermedad del hígado graso es una afección caracterizada por la acumulación de grasa en las células del hígado. Las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes del CBD también podrían ser beneficiosas en esta área. Un estudio en ratones demostró que el CBD podría reducir los marcadores de la enfermedad del hígado graso al promover la lipólisis, un proceso mediante el cual los lípidos se descomponen y se utilizan como fuente de energía.

¿Cuánto CBD para proteger tu hígado?

Todavía es demasiado pronto para establecer definitivamente qué dosis de CBD sería adecuada para favorecer la salud del hígado. Esto puede depender de muchos factores, incluido el peso, la edad, el metabolismo individual o la posible presencia de enfermedades hepáticas preexistentes.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que, en general, se considera que el CBD tiene un buen perfil de seguridad. Los estudios han demostrado que los humanos toleran bien dosis de hasta 1500 mg de CBD al día. Sin embargo, pueden producirse efectos secundarios, como fatiga, diarrea o alteración del apetito.

Se recomienda comenzar con una dosis baja de CBD e ir aumentando gradualmente a medida que avanzan sus efectos. También puede resultar útil consultar a un profesional sanitario, que podrá asesorarle en función de su situación.

Las diferentes formas de CBD

El CBD está disponible en varias formas en el mercado, adaptadas a diferentes necesidades y preferencias:

  • aceite de CBD : concentrado en CBD, generalmente se consume por vía sublingual (unas gotas debajo de la lengua) o mezclado con los alimentos,
  • Cápsulas de CBD : fáciles de tragar y dosificados con precisión, permiten un control preciso de la cantidad de CBD ingerida,
  • cristales de CBD : al presentar una mayor concentración de CBD, pueden mezclarse con alimentos, diluirse en un aceite vegetal o incluso vaporizarse,
  • pasta de CBD : comercializado en forma de extracto puro con un alto contenido de CBD, se utiliza en particular para aplicaciones tópicas (aplicación directa sobre la piel).

Por tanto, es adecuado evaluar las opciones disponibles y elegir la que mejor se adapte a tus necesidades y expectativas en cuanto al uso del CBD para la protección de tu hígado.

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